En algunos momentos decidimos probar cosas. Así decidí probar descansar un tiempo de la meditación, tanto solo como grupalmente.
Transcurrieron unos meses sin cambios aparentes, pero debajo… en las profundidades las diferencias producían ciertas cosas.
Las últimas dos semanas de ese proceso fueron los días más difíciles, debido al dolor y fatiga extrema que experimenté. Dormir y alimentarme bien no basto para modificar ese panorama, y así fue que durante una charla telefónica con otro de esos que recorre el camino recordé y vi claro todo el escenario.
Los cambios fueron rotundos al segundo día de volver a reencontrarme con esos otros espacios todas las molestias que me aquejaban desaparecieron espontáneamente, se desvanecieron. Hoy como antes, continuo esos viajes con pasaporte hacia otras realidades, o diferentes de la habitual.
En algunos momentos puede parecer difícil hacerse espacio para estar con uno y la percepción, pero no hay otro modo de continuar viviendo. Ya no puedo olvidar, ni soltarlo, no puedo vivir de otro modo que no sea completo.
2 comentarios:
Hola Cako!!asi que esto significa ¿que no puedes vivir sin meditación?
Gracias por ese gran acceso que has incluído a mi blog
¡¡Buen día! Un beso
Mizar
Significa... no se que significa jaja. Lo cierto es que no tengo que cortar mis meditaciones, ésta no es la primera vez que experimento eso y el resultado siempre marca el mismo camino.
Beso!
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