Detenernos y mirar para otro lado. Salirnos al menos por un momento del camino que nos conduce, para poder cambiarlo o ver otras posibilidades. Poder buscar otras opciones, ideas que aún no han sido pensadas.
Otros rumbos, ir hacia afuera. Romper el control de esa especie de río que nos conduce como masas hacia quien sabe donde.
Hoy logré escaparme un segundo.
De que nos sirve el dinero si la vida que tenemos, el tiempo de vida, la duración de ese tiempo es finito? De que nos sirve sino para solventar los posibles gastos de un viaje, un viaje que nos permita crecer.
Necesito el encuentro, el intercambio, y el momento exacto donde nos unamos para ser uno en la conciencia.
Se despierta una vez más el deseo de buscarte, buscarlos, e intentar encontrar a las personas que puedan indicar una nueva ruta o un nuevo destino.
Algo en el viento me dice al oído que ésta vez puede que encuentre eso buscado en el norte. Será éste el comienzo de un nuevo viaje?
Posibles compañeros?
Un lugar puntual hacia donde ir aun no se aclara, pero si el rumbo norte aparece con cierta claridad. El por que? Tal vez haya alguien ahí para ser uno en la conciencia, para lograr el intercambio que produce el torbellino que nos impulsa a seguir un paso mas allá de donde hemos llegado.
La noche se vuelve mucho mas oscura repentinamente.
Casi puedo tocar su negrura tan densa e impenetrable.
Hay algo ahí frente a mí. Me observa, está pendiente de mi.
Puedo percibirlo, pero no disernir que es.
Cierro mis ojos para intentar ver con mayor claridad.
A los pocos segundos escucho un suabe susurro en mi oído.
Algo susurró mi nombre, ya no percibo, no puedo ver nada.
Para poder ver, sea lo que sea, es necesaria una cantidad importante de energía. Digamos que para que la percepción se abra.
Una vez que uno tiene esa cantidad necesaria, algo ocurre de repente a veces cuando menos lo esperamos. Y aparentemente de la nada uno ve.
Las cosas que se ven tienen sentido por sí mismas, no es que uno les da sentido a las cosas, de lo que estoy hablando no es en sueños es bien despierto, pasa de repente.
Un tema relacionado con esto son los sueños más claros, más reales o también llamados sueños lúcidos. También tiene que ver con algo similar al cambio en la atención, y todo comienza cuando se tiene cierta cantidad de energía. Energía que no se malgastó en acciones que no aportan ninguna ganancia como enojarse perdiendo el control por ejemplo, es donde se malgasta mucha energía. Algo similar pasa cuando nos preocupamos o con algunas otras cosas también.
Si evitamos malgastar nuestra energía, se va acumulando quedando a nuestra disposición y cuando llega a ser suficiente cantidad como para mover tu atención hacia otro lugar, uno VE.
Algo interesante y tal vez recomendable sería no intentar darle sentido a las cosas que se ven, ya que cuando vemos las cosas tienen sentido propio, sin que uno se las asigne. Pasa que ver requiere cierta cantidad de energía, pero llegar a captar el sentido de eso que vemos requiere aun más energía. De ahí el hecho que en ocasiones vemos pero no podemos comprender que es lo que estamos viendo.
La atención está siempre en el mismo lugar, es una parte de la energía que somos, solo una parte es nuestra atención. Al estar siempre en un mismo lugar percibimos más o menos todos los seres humanos del mismo modo. Pero cuando hay suficiente energía la atención se mueve y percibimos no solo de modo diferente, sino incluso otras cosas hasta otros mundos.
Uno de los momentos cuando eso pasa naturalmente es cuando dormimos, la atención se sale del lugar donde está siempre y por eso podemos hacer algunas cosas diferentes, por ejemplo volar o cambiar de forma, etc.