La noche se vuelve mucho mas oscura repentinamente.
Casi puedo tocar su negrura tan densa e impenetrable.
Hay algo ahí frente a mí. Me observa, está pendiente de mi.
Puedo percibirlo, pero no disernir que es.
Cierro mis ojos para intentar ver con mayor claridad.
A los pocos segundos escucho un suabe susurro en mi oído.
Algo susurró mi nombre, ya no percibo, no puedo ver nada.
0 comentarios:
Publicar un comentario