La conciencia se encuentra atada hasta encontrarse con algún shock que la estremezca y le permita remontarse mas allá de los límites habituales rompiendo sus ataduras.
El shock no tiene que ser necesariamente una experiencia traumática, podría generarse con solo nuestra intención.
Una vez que la posición habitual se rompe todo comienza a ser diferente, y mientras mas nos alejamos de lo cimún, mas diferente se vuelve nuestra percepción., ahora mismo por ejemplo escribo con los ojos cerrados, mientras vuelo con mi mente a través de campos de colores semejantes a nevulosas del nuestro universo, viajo en el espacio infinito, recorriéndolo sin forma.
Mis chakras se abren mas permitiendo fluir mas energía pero haciendo así más difícil mi concentración para escribir.
La percepción se torna cada vez menos habitual haciendo casi imposible continúar con la escritura.
Simplemente vuelo...
Utilizo mis manos para canalizar la energía, más específicamente los dedos. Toco mi chakra cardíaco con mi mano derecha, con la otra mano me acerco al sexto chakra y lo toco pero sin sentir contacto físico. Contiúo avanzando hacia el interior de mi cabeza hasta sentir el contacto de mis dedos con la frente, la situación se torna rara ya que varios sentímetros antes había hecho el contacto. Mientras transcurre todo esto se se despierta un punto que hace tiempo estaba "perdido" el octavo chakra.