La música alimenta al alma.
Esa frase aparece mientras camino en las calles de la ciudad y a medida que las recorro, me cruzo con varias personas y también con cuadras desiertas. Veo a una adolescente abrazar a su posible pareja y muchas cosas se desatan en mi interior.
Una mezcla de visiones, sensaciones y sentimientos afloran al unísono. Y de pronto llega una claridad intensa, entonces percibo, casi puedo oir “se acaba el tiempo...”. Y es tan claro ese ver que no hay modo de evitarlo, el tiempo está pasando, no se detiene mas allá de la relatividad con la que la percibimos. Mi tiempo se acaba, y al igual que todos, estoy envejeciendo cada segundo mas y mas.
Surge un placer enorme al revivir los recuerdos de vivencias pasadas. Sin arrepentimientos, disfrutando cada segundo, intentando muchas cosas, todas con la fuerza del corazón.
Me veo envejecer, y a la vez me siento tan vivo, lleno de vida.
3 comentarios:
Me he topado, últimamente, con la sensación de la vejez . . . Veo en mi cara mis primeras arrugas . . . y sin embargo, mi niña interna cada vez está más plena. ES tan contradictorio, a veces. El "país de Alicia", es tan real como su vida . . . Adultez y niñez, son paralelas, y no siempre es fácil hermanarlas. Sentirse niña, en un cuerpo de mujer, requiere de mucha claridad para no caer en el absurdo.
Todo, siempre, está pidiendo equilibirio.-
(Entiendo que hablabas de otra cosa, igual, pero te cuento lo que devino en mi, luego de leer tu post). Abrazo !
Gracias por compartir tu visión.
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